lunes, 7 de octubre de 2013

Impacto de un asteroide contra la Tierra.

La Tierra corre un gran riesgo de recibir un gran impacto producido por un asteroide. Continuamente la Tierra es golpeada por pequeños asteroides, pero estos se desintegran antes de tocar suelo. El verdadero riesgo son los grandes asteroides, principalmente, los del Cinturón de Asteroides que se encuentra entre Marte y Júpiter, continuamente acechando a la Tierra.

En la historia de la Tierra, se acepta extensamente que varios enormes meteoritos han golpeado la superficie de ésta. Si un gran meteorito saliera de su órbita de la nube de meteoritos (entre Marte y Júpiter), podría impactar con la Tierra y causar enormes daños a la civilización.


Incluso es posible que la humanidad fuera destruida totalmente. Para esto, el asteroide necesitaría ser por lo menos de 1 kilómetro de diámetro, pero probablemente tendría más efecto si tiene entre 3 y 10 kilómetros. Asteroides más grandes son más raros. El impacto de semejantes asteroides podrían causar la destrucción de la Tierra.


Si el impacto tuviese lugar sobre el océano, el meteorito y una gran masa de agua pasarían a estado gaseoso, generándose una gran nube de vapor. Esto también provocaría una violenta onda expansiva, que generaría tsunamis y terremotos.


La altura inicial del tsunami en el punto de impacto sería igual a la profundidad del océano. El choque de un asteroide de 10 kilómetros de diámetro causaría un tsunami de 5 kilómetros de altura.


El abrasamiento de la vegetación daría como resultado la formación de hollín de carbono, que oscurecería el planeta impidiendo la llegada de luz solar a la superficie. Durante mucho tiempo, el calor generado por el impacto produciría un calentamiento de la atmósfera (+10°C) y de la superficie terrestre.



Una vez sufrido el calentamiento inicial, el polvo generado por el impacto se distribuiría por la atmósfera terrestre en pocos días, provocando lo que se denomina un invierno nuclear: un periodo de varios meses de oscuridad y de descenso de la temperatura global del planeta. Las malas condiciones (oscuridad, bajas temperaturas etc.) impediría la aparición de nueva vida en el planeta.